martes, 20 de marzo de 2012

1- La imagen, logo y nombre

La verdad que ya estaba casi listo, me demoré unos segundos contemplando mi obra, solo faltaba un punto rojo, el otro ya estaba realizado con la precisión de un cirujano pasado de copas.
Lo importante no era la forma, sino la intención, solo falta un pezón, casi nada, el punto rojo que cerraba mi dibujo, ya había escrito MONJAS DESNUDAS, con una tipografía accidentada y dolida, sobre todo porque la pared no era de las más lisas de la ciudad, pero mi cobardía no daba para alguna más iluminada, esta estaba bien, cumplía con las necesidades de un maldito grafitero, oscura de noche y muy transitada de día…La imagen era un rostro de mujer con el trapo blanquinegro que usaban las monjas de las películas de los 40, pero con los senos descubiertos, realizado velozmente, con un trazo rápido, muy ensayado.
Lo hice mas de cuarenta mil veces en mi cabeza, otras tantas en mi cuaderno y esta era la primera vez que lo mostraba al gran público…Cuando me disponía a mostrarle la punta de mi aerosol a la pared, sentí un golpe seco, duro, pensado...en mi cabeza.
Un dolor tremendo se apoderó de mi lado izquierdo, mi oreja estaba rota o se me habría desprendido, no lo sé, mientras pensaba eso caía al suelo y hacía una raya roja desde el centro de la teta de la dama de mi dibujo, hasta el suelo…
Algunas medidas de tiempo después abrí los ojos cerrados de prepo por el golpe, no había nadie, aun era de noche.
-habrá sido mi puta conciencia la que me ha golpeado con tal fiereza?
Que punzada horrible, sentía en la zona que recibió el inesperado cachetazo de madera.
Me arrastré hasta la pared, y me subí la capucha del canguro, no quería tocarme, estaba paralizado, con todos los receptores del dolor trabajando en mi contra , a turno doble y con empeados de refuerzo.
Me quedé sentado, apoyado contra la pared, haciendo rodar suavemente con mi mano el Aerosol Alba, color rojo Coca-Cola que había robado en la ferretería sobre la vereda irregular.

Quien me habrá golpeado?, me preguntaba mientras el dolor dejaba pasar alguna idea.
Mi dibujo lo decía todo, por lo menos en mi cabeza era de lo más simple el significado, el tema que mi cabeza para los otros no era nada simple y esa imagen no significaba nada en absoluto, solo una vana herejía, una más.
Mi crianza católica, mi educación extremista había logrado simplificar la pureza, la santidad en la imagen de una monja.
Y mi crianza paralela, mi escuela superior callejera , había puesto en algún momento de mi vida un solo objetivo…mujeres desnudas! No hablo de posiciones raras, o de zorras irremediables, solo de desnudez, la mal vista desnudez de mi religión que se oponía de forma inconveniente con mis abrumadoras intenciones de rodearme de mujeres desnudas en cuanto tuviera la más mínima oportunidad. En esa lucha de conceptos, la religión no tenía ni las más mínimas chances de lograr ni una pálida victoria.
Mi faro, mi foco, mi estructura se basaba desde hacía algunos años solo en el rock, en mis estudios de guitarra en la casa de un viejo no vidente al que de vez en cuando le robaba unos pesos para pagarle sus clases.
Así es hermanos, que mi banda, aun sin gente empezó a llamarse así, uniendo mis miedos, mis prejuicios histéricos y mis deseos mas locos. MONJAS DESNUDAS, bienvenidos al show!

PD:

Pido perdón si en el correr de los renglones olvido o exagero, son dos de las
más probables situaciones a las que se ven sometidos mis relatos.
Puede que haya nombres que no recuerde, pero si no están , es muy posible que lo haya realizado a propósito, por pura envidia o resentimiento, que son otras dos posibles vicios a los que me enfrento seguidamente,