martes, 27 de marzo de 2012

4- La sala

La sala de ensayo olía a zorrino descompuesto, un olor rancio, mezcla de olor a pata, vómito de varios días, y animal muerto.
Lá única ventana de aquella fétula estaba clausurada desde adentro, como si ahí pernoctara un vampiro, un vampiro que no sale ni de noche, un maldito murciélago que pide sangre a un delívery.
La luz siempre era insuficiente, pero eso le daba el toque---